Hosting es una de esas palabras que se oyen mucho en el mundillo de Internet. También hay quien le llama alojamiento que es la traducción, pero claro, queda mucho más “cool” y “fashion” decir “hosting” que alojamiento. Pero es lo mismo, cuando oigas hablar de hosting o de alojamiento web estamos hablando de la misma cosa.
Si ya sabes lo que es pues puedes ahorrarte seguir leyendo, pero si no sabes lo que es eso yo te lo voy a contar con palabras sencillas, para que lo entiendas.
Una página web (o un blog, o facebook, o google que todo esto son páginas web. Un día de estos os hablaré de las diferencias entre ellas) tiene dentro una serie de información, dependiendo del tipo de página tendrá un tipo de información u otra, pero todas tienen información. Esta información la escribe alguien, no aparece por generación espontánea. Lo hace un programador usando un lenguaje de programación (esas cosas “raras” que parecen ininteligibles), crea la base de la página y muchas veces es otra persona la que añade contenidos, por ejemplo en un blog.
Bien, pues al igual que esa información no aparece por generación espontánea, la misma tiene que quedar grabada en algún sitio (en el Hosting). Cuando tú haces una foto con tu cámara, la imagen queda almacenada en una tarjeta de memoria. Cuando tú grabas con tu disco multimedia de la tele, ese vídeo queda almacenado en el disco duro. Si tú escribes una carta seguramente la guardarás en el disco duro de tu ordenador. Es decir, todo lo que existe “dentro de los ordenadores” existe porque físicamente está grabado en algún sitio, en el aire no se puede quedar.
La información de las páginas webs debe ser accesible al público. Si yo hago una página web y la dejo guardada en mi ordenador, nadie podrá verla a no ser que venga a mi casa y se la enseñe. Menuda ruina.
¿Cómo se hace entonces para que se pueda ver una web?
Pues se “aloja en un servidor”.
¿Y qué es un servidor?
Un servidor es un ordenador muy gordo, con mucha capacidad que está permanentemente encendido y conectado a Internet. Y además deja que se acceda a él. En el ordenador de tu casa lo normal es que tengas un antivirus (si no lo tienes, deberías tenerlo. Otro día hablaré de eso) que impida que cualquiera pueda colarse y ver la información que tú tienes guardada. En el caso de los servidores, aunque evidentemente tienen medidas de seguridad, lo que se permite es ver parte del contenido que está guardado en su interior. Este contenido son las páginas web.
¿Entonces si quiero tener una página web debo tener un ordenador gordo encendido día y noche? No, no es necesario, aunque podrías y en los orígenes de Internet muchos funcionamos así, afortunadamente no es necesario.
¿Qué tengo que hacer entonces?
Pues contratar a un proveedor de hosting.
¿Y qué es un proveedor de hosting?
Es una empresa que tiene varios servidores y que se dedica a alquilar “trocitos” de servidor para que tú puedas grabar allí tu página web y esta se pueda ver en Internet. Normalmente los proveedores de hosting suelen ofrecer varios planes o “packs”. A más caro generalmente suelen ofrecer más recursos, es decir, más espacio para que puedas grabar tu página web, tus ficheros, etc. Además del espacio físico donde grabar tu web también ofrecen generalmente el registro de dominios (direcciones web. De eso también te hablaré más adelante), cuentas de correo, un sistema para que puedas grabar los ficheros necesarios y varias cosas más. Con los planes de los proveedores pasa como cuando vas a comprar un coche o un ordenador, a números más altos, mejor (¡menos el precio!) es decir que si un proveedor te ofrece 15 GB de espacio y otro 20 GB, cuanto más mejor. Aun así hay que tener en cuenta que la calidad también se paga y que si un proveedor ofrece mucho a precios muy baratos posiblemente no podrá ofrecer un buen servicio.
Así que resumiendo, cuando oigas a alguien hablar de que ha “contratado un buen hosting” o de que su proveedor de alojamiento es muy bueno (o muy malo) que sepas que “hosting o alojamiento” es ese espacio que hemos “comprado” (se suele decir comprar aunque realmente es un alquiler) para poder tener nuestra web (o blog) disponible en Internet.
Pero yo tengo un blog y no tengo hosting.
Si, esto es posible porque seguramente estás usando blogger, wordpress.com o una plataforma similar. Estás usando un proveedor gratuito. Blogger o WordPress te están regalando ese trocito de servidor para que tu puedas grabar ahí tus entradas y tus plantillas y tus fotos y todo lo demás. En realidad si que tienes un hosting, pero “prestado”. La propiedad no es tuya si no de la plataforma que te lo cede.
La ventaja en este caso es que es gratis, no tienes que pagar nada. La desventaja es que realmente ese espacio en el que estás grabando tu información no te pertenece (en el caso de un hosting contratado es como cuando alquilas una casa, mientras pagues eso es tuyo). El contenido en principio si, depende de las condiciones que hayas aceptado. En el caso de una plataforma gratuita, el proveedor se reserva el derecho de anular el servicio cuando le venga bien, por lo que te puedes quedar sin web/blog de un día para otro (ojo, no te asustes porque esto es muy muy muy difícil que pase) por eso es conveniente que hagas copias de seguridad periódicas (¡otro tema del que tengo que hablarte!) claro que esto también te lo recomiendo aunque tengas tu propio hosting 😉
Espero que te haya quedado un poco más claro que es un hosting o alojamiento. Si tienes alguna duda aprovecha los comentarios. Además, si quieres que hable te un tema en concreto no tienes más que sugerírmelo.
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